Santiago da testimonio del Hijo del hombre como hijo de David

¿Cómo se relacionan dos títulos cristológicos dispares como Hijo de Hombre e Hijo de David? Existe un texto interesante que combina los distintos títulos cristológicos presentes en la primera reflexión cristiana.  Lo encontramos en la Historia Eclesiástica  de Eusebio (2.23.2-18), y es un texto a su vez recogido por Hegesippus a mediados del siglo II. El escrito, una narración de Santiago, hermano del Señor, es interesante porque nos muestra por una parte lo mencionado sobre los títulos cristológicos, y por otra la función del templo de Jerusalén para los primeros cristianos. Se habla de Santiago como un hombre ascético, al cual se le permitía entrar en el santuario donde se le encontraba de rodillas pidiendo perdón por el pueblo, de tal manera que sus rodillas llegaron a ser ásperas como la de los camellos. El rol sumo sacerdotal de Santiago es claro en esta frase. Es interesante que el templo se presenta para los primeros cristianos como un lugar de oración. No se explicita como lugar de sacrificios, pero sí de oración al modo como Jesús había profetizado en Mc 11,17. Volviendo a Santiago, se alaba, además, su celo por la justicia, lo que le valió el sobrenombre “el Justo”. En ese sentido era un hombre considerado por todos. Es por esta razón que los jefes del templo le piden que de testimonio contra el mesianismo de Jesús que está desviando a mucha gente. Tendría que subir al pináculo del templo para la Pascua de modo de ser escuchado por todos. Y es en esta circunstancia que encontramos este interesante testimonio sobre Jesús: ¿Por qué me preguntáis en relación al Hijo del Hombre, ya que él está sentado en los cielos a la derecha del Altísimo del Gran Poder, y va a venir entre las nubes del cielo? Hasta aquí habla de Jesús como Hijo del Hombre al modo como los evangelios sinópticos. Luego continua relacionando al Hijo del Hombre con el Hijo de David. Recordemos que ambos títulos son muy queridos por Mateo, quien, sin embargo, no sabe cómo relacionarlos adecuadamente. El contexto es  cuando muchos estaban completamente persuadidos de su testimonio y daban gloria, dijo: “Hosana al Hijo de David”. En este punto los líderes judíos se arrepentían de haberle dado esta oportunidad a Santiago, entonces lo arrojaron desde el pináculo, y al ver que no había muerto, le apedrearon. De nuevo, la oración de Santiago es interesante: Perdonadlos porque ellos no saben lo que hacen. El hermano de Santiago muere como sumo sacerdote con las palabras de Jesús.  De este texto es interesante constatar el vínculo entre los títulos Hijo del Hombre e Hijo de David. 

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