El Logos como Sumo Sacerdote en Filón de Alejandría


Filón de Alejandría ocupa varias fórmulas para referirse al Logos: la imagen de Dios (Sobre las leyes especiales I. 81; Sobre los sueños I. 239); la Alianza (Sobre los sueños I.237); Sello del Universo (Sobre el vuelo 12; Sobre los sueños II.45); el antecedente de todo lo que ha llegado a ser (Sobre la migración de Abraham 6); la más antigua y la que cubre más de las creaturas de Dios (Interpretación alegórica III. 175); la imagen de Dios a través de la cual todo el universo fue formado (Sobre las leyes especiales I.81). También se refiere a éste en los siguientes términos: el primogénito de Dios, el Logos, quien es el mayor entre los ángeles, como si fuera su gobernante. Éste tiene muchos nombres, es llamado "el Principio", el Nombre de Dios y su Logos y el Hombre a su magen, y "aquel que ve" esto es Israel (Sobre la confusión de lenguas 146). Filón habla del Logos como segunda divinidad en Preguntas sobre el Génesis II.62: Ninguna cosa mortal puede ser concebida en la semejanza del Altísimo y Padre del Universo, sólo en lo que es el segundo Dios, esto es el Logos.

Lo que resulta de especial interes son las ocaciones donde el Logos es descrito como el Sumo Sacerdote (Sobre la migración de Abraham 102) y su Templo como todo el universo: Porque existen, como es evidente, dos templos de Dios: uno de ellos es el universo donde ejerce como Sumo Sacerdote su Primogénito, el Logos divino; y el otro es el alma racional cuyo sacerdote es el Hombre real (Sobre los sueños I. 215). Como Sumo Sacerdote el Logos está de pie delante del rostro (Preguntas sobre el éxodo II. 13). En Sobre quién es el heredero de las cosas divinas Filón específica aún más el rol sacerdotal del Logos: A su Logos, su Arcángel, el Padre de todas las cosas le dio una especial prerrogativa para estar de pie en el borde y separar a la creatura del creador. El mismo Logos alega con el imortal suplicando por la mortalidad afligida, y al mismo tiempo, actúa como embajador de gobernante frente al sujeto (205). El estatus de sumo sacerdote se simboliza con la diadema sacerdotal: esta diadema es el símbolo no de su absoluto poder sino de su maravillosa vice regencia (Sobre el vuelo 111). Como el velo del Templo se dice del Logos: el mundo incorporeo es puesto aparte y separado del mundo visible a través del Logos que media como el velo (Preguntas sobre el éxodo II. 94). Al igual que el Sumo Sacerdote en el Templo de Jerusalén, Filón le atribuye una gran importancia a las vestimentas del Logos: Ahora las vestimentas con las que el Logos supremo se cubre, como un manto, son el mundo que el mismo despliega a partir de la tierra, el aire, el agua y el fuego y todo lo que se deriva de esto (Sobre el vuelo 110). Recordemos que el Sumo Sacerdote, como imagen visible de Dios, ofrece las oraciones y sacrificios de nuestros padres para lo cual, y tal como se le había encomendado, viste una túnica que es una copia y réplica de todo el cielo, y así todo el universo se puede unir con el hombre en los ritos sagrados, y el hombre con el universo (Sobre los sueños I.216). Lo mismo el Logos de Dios que se viste con todo el universo como un manto...Él no se viste con los vestidos literalmente porque el Logos de Dios es la causa de todas las cosas, como se ha dicho, y mantiene unidas todas las partes y las contiene de verse rotas o separadas (Sobre el vuelo 112). Filón también le atribuye gran importancia al simbolismo asociado al Templo. La menorah, o lámpara de siete brazos, simbolizaba los siete espíritus delante del Trono de Dios, y el Logos era la que estaba en medio (Quién es el heredero de las cosas divinas? 215). Hablando de estos espíritus Filón menciona las enseñanzas de Moisés al respecto: ...todo lo que nos rodea es sostenido en su unidad por poderes invisibles que el creador ha hecho para sostener desde los confines de la tierra hasta el cielo, previniendo que todo estuviese bien relacionado y no se pierda, porque los poderes del universo son como cadenas que no pueden romperse (Sobre la migración de Abraham 181). Estos poderes son definidos más adelante como los ángeles de la Gloria de Dios: Por tu Gloria yo entiendo los poderes que hacen guardia a tu alrededor (Sobre las leyes especiales I.45). Estos poderes o ángeles garantizan, al mismo tiempo, la misma idea que las vestimentas del Sumo Sacerdote, esto es la unidad y sostén del universo. El Logos, de nuevo, es el agente principal: el Logos imperecedero del Dios eterno es el más seguro e incondicional soporte del Todo. Él es quien se extiende a sí mismo desde los medios hasta sus extremos, y desde sus extremos hasta sus medios para guardar a través de su longitud el curso de la Naturaleza, combinando y conteniendo sus partes. Porque el Padre que lo ha engendrado ha constituido al Logos como la cadena del Universo que nadie puede romper (Sobre el plantar 8-9). Del Templo Filón también toma el simbolismo del Arca de la Alianza que estaba en el Santo de los Santos; cuya cubierta es el Trono de Dios; y en cuyos márgenes había dos querúbines: Mientras dios es Uno, sus más altos y supremos Poderes son dos, la Bondad y la Soberanía...y en el medio de los dos existe un tercer poder que los une, la Razón o Logos, porque es a través de la Razón o Logos que Dios es gobernante y bondadoso. De esos dos poderes, la Bondad y la Soberanía, los querubines son sus símbolos, y la fiera espada es el símbolo de la Razón Logos (Sobre los querubines 27-28). Más que la espada, lo que se encuentra en medio de los querubines en el Arca de la Alianza es el Trono de Dios. Lo que está haciendo Filón es asociar al Logos con el Trono.

Las funciones sacerdotales del Logos son importantes para comprender la temprana cristología en relación al Templo. Para más detalles. Barker, M., The Great Angel, p.114-133,

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