Diadoco: la divinización del hombre en términos adámicos

Otro aspecto interesante de Diadoco es la
influencia de Evagrio que se percibe en algunos de sus escritos. Recordemos que
para Evagrio es la mente la que, liberándose de las pasiones y deseos, tiene
que elevarse a Dios. La corporalidad no juega un papel importante para Evagrio
a pesar que es un personaje ortodoxo. Diadoco también escribe sobre la necesidad de elevarse sobre las pasiones a través de la oración de Jesús (en sus primeros estadios): Cuando el alma es agitada por la rabia, o se encuentra aproblemada por
la disipación, u oprimida por un pesado desaliento, no importa cuánta violencia puede generar, la mente no puede
recogerse en el Señor Jesús…Pero si el alma se libera de las pasiones, entonces
posee la gracia verdadera sobre la que medita y clama al Señor Jesús, tal como
una madre le enseña a su pequeño hijo la palabra “Padre”, repitiéndola con él
hasta que, en vez del típico balbuceo del bebe, el infante aprende a llamar a
su Padre por su nombre incluso en sus sueños. Por esto el apóstol dice: De ese
modo el Espíritu nos viene a socorrer en nuestra debilidad. Aunque no sabemos pedir como es debido, el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no se pueden expresar (Rm
8,26) (Capítulos sobre la perfección espiritual, 61).
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