Concepto rabínico del Reino de Dios en Mateo


Una de las certezas que tenemos en relación a Jesús es que su predicación giró en torno al Reino de Dios (o de los cielos). Una de las cosas sobre las que tenemos menos certezas es qué entendía Jesús por Reino de Dios. Yo tengo muchísimas más preguntas que respuestas en relación a este tema. En distintas épocas, y desde distintas discíplinas, se ha enfatizado una u otra arista de este concepto. En esta entrada quiero aproximarme al concepto desde la perspectiva rabínica porque creo que nos abre una puerta nueva y cercana a lo que, por lo menos Mateo, nos dice de Jesús.

Los sabios rabinos creían que cuando una persona confiesa que el Señor es nuestro Dios, sólo el Señor lo que está afirmando es la intención de vivir bajo la soberanía y autoridad de Dios, y desde allí guardar la Ley. En otras palabras lo que el rabino está afirmando en la Shema es su voluntad de hacer realidad el Reino de Dios y como consecuencia cumplir los preceptos de la Ley. Esto es lo que dice Rabí Yehoshua ben Kornah: ¿Por qué ¨Escucha Israel¨ (Dt 6,4-9) es recitado antes de ¨entonces obedece los mandamientos¨ (Dt 11,13-21) en las oraciones diarias? Para indicar que uno debe aceptar en primer lugar el Reino de los cielos y sólo a continuación el yugo de los mandamientos de Dios (Mishna Berachot 2,2).Otra historia rabínica transmite bien esta idea: Un novio está exento de recitar la Shema (reconocimiento de la Soberania de Dios) en la primera noche de su matrimonio...Cuando Rabí Gamaliel se casó recitó la Shema en la primera noche. Su discípulo le dijo, ¨¿Maestro, no nos enseñaste que un novio está liberado de recitar la Shema en la primera noche?¨, ¨Yo no te escucharé¨replicó Gamaliel, ¨porque ni por un sólo momento me resistiré del Reino de los cielos¨ (Mishna, Berachot 2,5). Sólo cuando uno acepta radicalmente el Reino de Dios, en todo momento de la vida, va a actuar consecuentemente, esto es cumpliendo su Ley.

Algo parecido sucede cuando Jesús dice, no todo el que me dice ¨Señor, Señor¨ puede entrar en el Reino de los Cielos, sino quien realiza la Voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mt 7,21). Tanto Jesús como Yehoshua entienden que el Reino de los cielos nace del reconocimiento de la autoridad de Dios y en la consecuente realización de sus mandatos. La novedad de Mateo es que la autoridad de Dios se reconoce por medio de la aceptación del rol que juega Jesús como su enviado especial. El mismo punto se plantea en Mt 6,10, Venga tu Reino. Hágase tu Voluntad en la tierra como en el cielo. En otras palabras, las personas entran en el Reino (o reconocen la autoridad de Dios) cuando cumplen sus mandamientos (orales y escritos). Tanto Jesús como los rabinos entendieron el Reino de Dios desde una perspectiva muy práctica, muy del día a día, reconociendo que sólo Dios es Dios (o que Jesús es Señor en el caso de la comunidad de Mateo) y desde allí viviendo en consecuencia. Para más detalles: Lindsey, Robert, The Kingdom of God: God´s Power among Believers.

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